El
sustrato ideológico
No podemos entender, de ninguna manera, la independencia de la
América latina si no somos capaces de encuadrar tales
acontecimientos. Hay que partir de la base de que desde principios
del siglo XVIII hasta principios del siglo XIX se producen una serie
de revoluciones tan importantes como son la revolución industrial
inglesa, la revolución político-social francesa y la revolución
americana. Estas tres revoluciones encierran un pensamiento ilustrado
que calara hondo entre la sociedad latinoamericana, especialmente
entre los criollos. Este pensamiento ilustrado se combinara con unos
valores tradicionales que dará lugar a un movimiento liberal de
carácter nacional, en cual varía según la zona, que tendrá su
detonante con las políticas reformistas llevadas a cabo por los
borbones. Este reformismo trajo como consecuencia un mayor control,
por parte de la monarquía, de la economía y de la administración.
La liberalización del comercio peninsular con América sometió a
las colonias a los intereses de la metrópoli.
División colonial de latinoamérica. |
Causas del proceso
Las causas que llevaron a cabo este proceso son tanto internas como
externas. Las causas internas son el desprecio a la población
criolla, que eran apartados de las decisiones políticas; el control
mercantil y administrativo de la metrópoli sobre las colonias y una
diversidad racial que fomentaba un clima de sometimiento y exclusión.
Las causas externas son las ya mencionadas anteriormente: la
independencia de los Estados Unidos, la introducción de las ideas
ilustradas con la revolución francesa y el desarrollo de una
industria que necesitaba expandirse sobre nuevos mercados.
Jerarquía social |
Características del proceso
Las principales características de este proceso son la duración de
un conflicto que abarca desde 1810 hasta 1833, 1898 si contamos la
independencia de Cuba y Puerto Rico. Si ponemos el punto final de la
independencia en Cuba, aunque la mayoría de los expertos no la
incluyen en el proceso debido a que las consecuencias dadas en estos
últimos conflictos poco tienen que ver con las causas iniciales, el
proceso de descolonización abarca prácticamente un siglo,
aprovechando en todo momento la invasión francesa sobre la península
ibérica y el posterior reinado de Fernando VII. También cabe
destacar que las ideas liberales no calaron de la misma manera que
calaron entre los europeos, haciendo que esta revolución sea de
carácter autoritario y caudillista. Ademas de que no promocían un
cambio social, sino un cambio en la titularidad del poder. Por
último, hay que señalar que este proceso fue protagonizado, en su
mayoría, por la población criolla, quedando relegada la población
indígena (donde algunos sectores se posicionaron a favor de la
monarquía española).
Las primeras independencias
Aunque se produjeron anteriormente movimientos de menor envergadura,
el primer acontecimiento mas importante sera el levantamiento de
Tupac Amaru, este motín tiene como precedente las reformas
borbónicas mencionadas anteriormente. El levantamiento se inició el
4 de noviembre de 1780, liderado por José Gabriel Condrocanqui, que
tomó el nombre de un antepasado suyo (Tupac Amaru). El movimiento
era inicialmente una protesta contra la mala administración
española, pero rápidamente adquirió una orientación
independentista y racial, cuando indígenas, mestizos y negros
secundaron la revuelta. En mayo de 1871 su líder fue ejecutado y la
revuelta fue sofocada con rapidez.
A principios del siglo XIX se vuelve a repetir intentos
independentistas. En estos movimientos destaca el intervencionismo
ingles, quienes pretendían a través de estar reconducciones poder
controlar los mercados de la actual Venezuela y Argentina, ninguno de
los intentos tuvieron éxito ya que no consiguieron el apoyo de la
población. Durante estos años también se producen otro tipo de
levantamientos, pero estos tenían como objetivo derrocar a las
autoridades fieles a Godoy, quién tras el motín de Aranjuez había
perdido toda su influencia. Ambos movimientos fueron sofocados sin
muchas dificultades.
La independencia Suraméricana
La invasión francesa de la península ibérica en 1808 provocó que
se crearan juntas de gobierno independentistas, esto desembocó
rápidamente en movimientos armados. Las luchas entre este, recién
formado, ejercito americano frente al ejercito colonial se iniciaron
a principio de 1810. El problema es que no podían sofocarse estas
revueltas debido a la gran cantidad de frentes abiertos y a la
imposibilidad de enviar refuerzos desde la metrópolis debido al
vacío de poder existente en los primeros años. Pero los rebeldes se
dividieron rápidamente entre unitarios y federales. Los unitarios
eran proclives a un gobierno centralista, lo que proponían era una
solución monárquica con un Borbón. Por otro lado, los federales lo
que querían era una casi total autonomía de las provincias.
En cuanto a las rebeliones, sus éxitos fueron diversos: la mas
importante fue la sublevación de Buenos Aires, en esta se logró
apresar al virrey de La Plata y se pudo controlar casi todo el
virreinato, a excepción de Paraguay, donde los realistas fueron
capaces de resistir los ataques de la junta de Buenos Aires. En
Uruguay también hubo conflictos debido a que querían la
independencia pero no aceptaban a el poder de la junta de Buenos
Aires. Al final conseguirá su independencia pero por poco tiempo, ya
que fue anexionado por Portugal.
Desarrollo del proceso durante el reinado de Fernando VII
Cuando Fernando VII logra “volver al trono”, una vez liberada de
la ocupación francesa, en el año 1814 consolida su poder en la
península y envía tropas para sofocar las revueltas de las
colonias. Esta expedición consigue conquistar Chile ese mismo año,
pero la junta de Buenos Aires sigue operando. El 9 de Julio de 1816
convoca el congreso de Tucumán, donde se convocó a todas las
“Provincias Unidas de América del sur” y giro exclusivamente en
torno a la liberación de Chile. En 1817 la expedición de San Martín
logra la independencia de Chile, pero un año mas tarde el militar
Bernando O´Higgins consigue que Chile se separe de Argentina,
rompiendo de esta manera el proyecto de unificación del virreinato.
En respuesta a esto Fernando VII planea enviar un poderoso ejercito,
al mando de Rafael Riego, para sofocar las revueltas. Pero este
ejercito nunca llegó debido a que se amotinó en Sevilla. Dando
lugar a una serie de luchas dentro de la península que permitió a
las colonias latinoamericanas continuar con su movimiento
independentista.
Centroamérica, México
El caso de México es un proceso que sigue una linea de demarcación
distinta al de los otros movimientos. Esto se debe a que parte de
unas revueltas sociales protagonizadas por la población indígena y
encabezada por dos sacerdotes rurales: Manuel Hidalgo y José María
Morelos. Estas revueltas reclamaban el reparto de tierras y la
igualdad de derechos. Finalmente las élites lograron sofocar estas
revueltas y ejecutar a sus lideres.
Con la llegada del trienio liberal las élites se posicionaron en
contra de las nuevas medidas de la metrópolis, iniciándose así un
movimiento de rechazo liderado por Agustín de Itúrbide. Este
proclamó el 24 de Febrero de 1821 el “Plan de Iguala”, donde
defendía un gobierno monárquico, garante de la religión y de los
derechos, propiedades y privilegios de la clase alta. Este
levantamiento hizo que se reconociera la independencia de México el
24 de Agosto de ese mismo año; y un mes mas tarde se firmó la
“Declaración de la independencia del Imperio Mexicano”.
Itúrbide (Agustín I) será nombrado presidente de este nuevo
estado, pero abdicará dos años después debido a que no es capaz de
regir el nuevo Estado.
En cuanto al resto de América central, esta se había mantenido leal
a España, pero tras la independencia de México empieza a iniciarse
un proceso independentista. De aquí surgirá en el año 1821 las
“provincias unidas de Centroamérica”. El problema de este
movimiento es que hay dos corrientes enfrentadas: unos a favor de
anexionarse a México y otros a favor de mantener la independencia.
Inicialmente fue anexionada, pero al poco tiempo se independizan y no
será hasta la década de 1830 cuando estas provincias unidas se
separen formando los actuales países de Guatemala, El Salvador,
Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
Perú, Nueva Granada y Venezuela
En el virreinato de Nueva Granada se producen una serie de
levantamiento donde deponen a las autoridades españolas y forman un
cabildo abierto y mas tarde se convocara un congreso nacional en toda
Venezuela. En el resto de Nueva Granada la Junta de gobierno de Santa
Fe convocó un congreso. Pero
Quito, Venezuela, Panamá y Cartagena no se integraron, surgiendo
diferentes gobiernos que pretendían controlar un mismo territorio.
Los conflictos internos facilitaron el avance realista y el posterior
sometimiento del territorio al control español. También en Ecuador
se creó una Junta y se aprobó la Independencia, dotándose en
febrero de 1812 de una Constitución. En este caso la intervención de las
tropas realistas del Perú acabó con el proceso independentista. El fin de la presencia francesa en España y la vuelta del
absolutismo permite a los realistas que recuperen los restantes
territorios del virreinato de Nueva Granada. En el año 1819 Simón
Bolívar es nombrado presidente en el Congreso de Angostura y trata
de conquistar el virreinato de Nueva Granada y luego Venezuela,
formando la “República de Colombia”. Tras vencer los últimos
reductos realistas (1821), se anexiona Panamá y Cartagena. A la vez
que elabora la constitución de la Gran Colombia.
Respecto al virreinato de Perú, era la zona de mayor presencia
militar realista. Conquistar este virreinato era fundamental porque
suponía una amenaza para los demás movimientos independentistas, de
hecho salo fue conquistada gracias a las operaciones conjuntas de San
Martín por el sur y Simón Bolívar por el norte. El primer paso lo
dará San Martín en el año 1822, ocupando Pisco y marchando hacia
Lima. Mientras Simón Bolívar marcha hasta Quito y vence a los
realistas en la batalla de Pichincha, integrando Ecuador y haciendo
cumplir el sueño de Simón Bolívar de crear la Gran Colombia. Esto
no duró mucho y en menos de una década la Gran Colombia se disgregó
en Venezuela, Ecuador y Nueva Granada (actual Colombia).
Respecto a los territorios de Perú y Bolivia, a pesar de haber
alcanzado la independencia, se
vieron envueltos en una serie de guerras entre los aspirantes al
poder, que llegaron a su fin cuando
el presidente de Bolivia, Andrés de Santa Cruz, unificó Perú y
Bolivia entre 1836 y 1839, dando
origen a la confederación Peruano-Boliviana que se disolvió en 1839
ante el ataque de Chile y
Argentina temerosos del potencial que adquiría este territorio. A
partir de ese año, Perú y Bolivia
recorrerán sus caminos de forma independiente.
La independencia de Brasil
Este proceso se inicia con la invasión francesa de Portugal y la
huida del monarca Juan VI y su familia a Brasil. La instalación de
la familia real en Brasil supone una cambio de estatus, deja de ser
una colonia para convertirse en la metrópolis. También se lleva a
cabo una serie de reformas para que pudiera convertirse en la
metrópolis: se crearon instituciones de gobierno y se abrieron los
puertos de comercio. Tras el fin de la ocupación francesa se
estableció una regencia impopular que provocó una revuelta liberal
que reclamaba el regreso de la monarquía. Juan VI lo que hará será
dejar como regente a su hijo Pedro. Aún así la vuelta al estatus de
colonia generó tal descontentó que provocó una demanda
independentista que se inició con el grito de Iparanga en el año
1822. Con esto se declara la independencia de Brasil y el príncipe
pedro sera nombrado emperador.
Las consecuencias del proceso de independencia
Las consecuencias que trajo la independencia de las colonias
latinoamericanas tuvo efectos a nivel económico, social y político.
A nivel económico, fue el final del monopolio español y brasileño
y con ello la apertura de Latinoamérica al mercado mundial. La gran
beneficiaria de este cambio fue Gran Bretaña, que pudo acceder
libremente al mercado latinoamericano proveyéndolo de productos
manufacturados. Ademas las ciudades acabaron imponiendo sus políticas
económicas, sustituyendo a la metrópolis y favoreciendo el
desarrollo de los intereses de estos núcleos urbanos en detrimento
del mundo rural. Otras consecuencia fue la disminución de la mano de
obra y el abandono de la esclavitud como sistema económico,
fomentando la ganadería. La minería sufrió un fuerte retroceso por
la retirada del capital que conllevaba la marcha de los españoles.
Además los procedimientos obsoletos de explotación no favorecieron
su desarrollo. Respecto a la agricultura, está vivió un continuo
crecimiento a la par que se producía una especialización en
diferentes monocultivos, que a la larga la volverán muy dependiente
del mercado internacional.
En lo referente a lo social sufrió un enorme cambio. Se abolieron
las diferencias legales con base racial, todos fueron declarados
ciudadanos y se pasó de una sociedad de castas a una sociedad de
clases en la que el nuevo elemento diferenciador fue la riqueza.
Aunque esto último no llevó a un cambio social real, excepto la
ocupación por parte de los criollos de los puestos del Estado. La
esclavitud fue una realidad que tendió a desaparecer cuyo proceso,
en algunos países, se
inicia con los procesos de independencia mientras que, en otros,
tendrá que esperar hasta mediados
de siglo para la aprobación de leyes abolicionistas. Los indios
pasaron a convertirse en ciudadanos, pero sus propiedades comunales
se vieron reducidas progresivamente por el avance de las haciendas,
que fueron expulsando y proletarizando a este sector social que pasó
de la protección estatal española, al abandono de los recientes
estados en manos de los ricos terratenientes.
Por último, como consecuencia política fue el surgimiento de nuevas
naciones dotadas de independencia política. Sin embargo sus sistemas
políticos pronto se distanciaron del liberalismo y derivaron hacia
el autoritarismo. Por un lado fruto del contexto de guerra que hacía
necesaria la autoridad para concentrar los esfuerzos en la
consecución de la victoria, pero también porque los nuevos estados
nacían bajo la égida militar. Por otro lado las élites pronto
tuvieron miedo a que el proceso independentista derivase en
movimientos revolucionarios, por lo que apostaron por sistemas
políticos autoritarios que protegiesen sus intereses. Este
movimiento autoritario dará origen al caudillismo, que reproducía
el modelo de las grandes haciendas, y que se hizo necesario en el
proceso independentista, sostenido por el estamento militar y las
élites políticas.